
Queridos todos,
2020 ha demostrado ser un año desafiante de muchas maneras. Más importante aún, la pandemia global de COVID-19 ha tenido un impacto considerable en la situación de los refugiados en todo el mundo. En Canadá, el cierre global ha ralentizado significativamente el sistema de inmigración, dejando a muchas personas en el limbo mientras esperan las autorizaciones necesarias para trabajar y vivir en Canadá. En NBRC reconocemos las dificultades desproporcionadas que COVID-19 ha traído a nuestros clientes y a la población mundial de refugiados en su conjunto. Durante la duración de la pandemia, hemos trabajado arduamente para seguir siendo un recurso firme y accesible para los recién llegados en riesgo en nuestra provincia y a nivel regional, asegurando la disponibilidad constante de servicios legales, en la mayoría de los casos críticos y representación incluso durante los cierres provinciales iniciales.
Me gustaría agradecer a nuestros donantes por sus generosas contribuciones financieras para sostener nuestro trabajo durante este año, que ha sido especialmente difícil para muchos económicamente. La “New Brunswick Law Foundation”, nuestro principal patrocinador, ha continuado proporcionándonos los fondos que necesitamos para seguir funcionando. Estamos profundamente agradecidos por su apoyo continuo y el reconocimiento de nuestro trabajo al servicio de las personas en riesgo en New Brunswick.
A medida que la pandemia continúa, seguimos dedicados a servir como un recurso crucial para aquellos que necesitan asistencia y representación legal y miramos con optimismo hacia el futuro. Trabajar para empoderar a las personas marginadas y aumentar la conciencia de la comunidad sobre los problemas de los refugiados seguirá siendo una prioridad de NBRC en los próximos años, esperamos continuar brindando apoyo a quienes reconstruyen sus vidas en Canadá.
Un abrazo,
Akram Ben Salah
Director ejecutivo, Clínica de Refugiados de New Brunswick